Datos de la Entrevistada:
Myriam Polo de Molina, Especialista en Información del Colegio Colombo Británico de Cali. Además, ella pertenece a la Asociación Nacional de Bibliotecología de Colombia y a la International Association of School Librarians (IASL). La profesora Myriam Polo tiene una amplia experiencia en el manejo de la información en la biblioteca escolar, es una profesional que se ha preocupado por mantenerse al tanto en todos los temas y los cambios relacionados con el manejo de la información. Ella se refiere en sus respuestas al Alfabetismo en Información que para EDUTEKA corresponde a la Competencia en el Manejo de la Información (CMI).
REPORTAJE
EDUTEKA (E): Profesora, muchas gracias por compartir con todos los usuarios-lectores de EDUTEKA su conocimiento y experiencia sobre el tema de la información. Para empezar, cuéntenos cómo ha cambiado la conceptualización del bibliotecólogo?
Myriam Polo de Molina (MPDM): Si en algún campo se ha sentido el impacto del avance tecnológico es en el de las Ciencias de la Información. Los formatos en que aparece la información se han multiplicado en variadas formas, el perímetro físico de la biblioteca tradicional se desbordó a fronteras ilimitadas; de los procesos manuales se llegó al software para realizar todas las tareas específicas de la profesión y el rol del bibliotecólogo que antes era visto como "el guardián de los libros"; para los que aún no comprenden la verdadera esencia de esta ciencia se convirtió en uno de los principales protagonistas dentro del alfabetismo de la información.
E: Podría hablarnos acerca del papel del especialista en Información con respecto al alfabetismo de la información?
MPDM: El tema del alfabetismo de la información no es nuevo en el campo de la bibliotecología. La formación de usuarios como tal, ha sido siempre una prioridad dentro de los objetivos del bibliotecólogo, pero hasta hace poco su alcance llegaba solamente al conocimiento y destreza en el buen uso de las obras de referencia y de consulta dentro de las bibliotecas. Hoy en día, la información se presenta en una gran variedad de formatos, puede accederse desde cualquier computador y no siempre proviene de fuentes confiables. Por lo tanto, el profesional de la información debe incursionar más en el campo de la docencia para trabajar en equipo con los maestros en el desarrollo del programa de alfabetización en información dentro del currículo, de tal manera que el alumno encuentre un nuevo significado al aprender sobre necesidades de información reales que estén basadas en los temas del aula. Este programa debe ofrecer a los estudiantes experiencias de aprendizaje en ambientes orientados hacia la investigación, identificando sus necesidades de información, desarrollando programas educativos para guiarlos en su progreso.
E: ¿Esta profesión si es realmente valorada en el país?
MPDM: Podríamos hacernos esta otra pregunta: ¿Por qué no hay más profesionales en esta disciplina? En Colombia no se tiene conciencia de la importancia que tiene esta profesión dentro de la Era de la Información; en las entidades los profesionales no se remuneran como los de otras disciplinas; y en ciertos cargos, especialmente los asignados por el sector político, a veces se encuentran ocupando estas posiciones profesionales de otras áreas. Se cae en un círculo vicioso porque son pocas las universidades colombianas que ofrecen programas de Bibliotecología y Ciencias de la Información, entre otras cosas porque no hay interés de los estudiantes en esta carrera ya que no existen fuentes de trabajo con salarios competitivos; por lo tanto, son pocos los profesionales actualizados que existen en el país en esta área.
MPDM: Las técnicas bibliotecológicas involucran una serie de tareas que desarrolla el personal de biblioteca para preparar el material bibliográfico o audiovisual, desde el momento de la adquisición hasta que llega al usuario. En el pasado, cuando los procesos eran manuales, estas actividades en cadena resultaban dispendiosas y agotadoras. Como un ejemplo, cito el caso de Procesos Técnicos. Una vez que el libro era clasificado y catalogado, había que repetir a máquina en fichas para el catálogo público, como mínimo cinco veces la misma información, archivar las tarjetas alfabéticamente, marcar el bolsillo y la ficha de préstamo y preparar físicamente el lomo del libro. Los inventarios se volvían interminables. Para los usuarios también se dificultaba la búsqueda en los múltiples cajones del catálogo público donde podían pasar horas y esta tarea resultaba infructuosa si no se dominaban los parámetros de indización. Con la llegada del computador, aparecieron distintos tipos de software en módulos integrados, para automatizar bibliotecas, los cuales redujeron al mínimo todas las funciones repetitivas anteriores. Se estandarizaron los procesos alrededor del Formato MARC y las Reglas Angloamericanas, para que todos los formatos fueran legibles y se pudieran compartir o exportar los datos. Los ficheros fueron reemplazados por OPACS (Online Public Access Catalogue) donde los usuarios ahora acceden a la información en cuestión de segundos desde pantallas amigables configuradas en red. La sección de circulación y préstamo atiende al público con lectores de códigos de barras que cruzan electrónicamente los datos del usuario con la del material en préstamo, y registran esta información en el OPAC para que el usuario sepa si el material esta disponible, quién lo tiene y cuando esta de regreso en el estante. El inventario puede hacerse mientras las bibliotecas están en pleno funcionamiento, con lectores a control remoto que luego sacan listados del material faltante. Los módulos incluyen la posibilidad de imprimir una gran variedad de reportes como estadísticas, bibliografías, o avisos de vencimiento para los usuarios. Las estaciones de trabajo no solo permiten a los usuarios consultar las bases de datos en línea sino también otras remotas a través de Internet, o en CD-ROM, con la posibilidad de que el usuario pueda manipular la información, imprimirla o grabarla en disquetes. Realmente aquí es donde se aprecian los mayores beneficios que la tecnología le ha brindado al usuario final, objeto y razón de ser de toda unidad de información.
EDUTEKA. Del bibliotecólogo tradicional al especialista en información. Reportaje a la profesora Myriam Polo. En: Eduteka:Tecnologías de información y comunicaciones para la enseñanza básica y media. Entrevista a la Educación.<link en Febrero de 2007.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario